Historia 05
El primer bar de estilo occidental abrió sus puertas en Japón a mediados del siglo XIX, pero no fue hasta la década de 1870 que se sirvieron cócteles de manera regular. Aunque tales establecimientos atendían a los extranjeros, algunos jóvenes japoneses absorbieron con entusiasmo las técnicas y tradiciones de la coctelería occidental. Más tarde, muchos abrieron sus propios bares, principalmente en el área de Ginza. Con el tiempo, surgió una cultura de cócteles, una que valora la técnica por encima de la eficiencia. Las bebidas se hacían una a una para que el barman pudiera dedicar todos sus esfuerzos a satisfacer personalmente las expectativas de cada uno de sus clientes. Se crearon nuevas herramientas para hacer cócteles y se modificaron las antiguas. El hielo se convirtió en una nueva forma de arte, con el “Ninja Ice” (invisible en el vaso), la bola de hielo (se derrite más lentamente) y “Brilliant Ice” (brilla como los diamantes). Además, el whisky japonés, en menos de un siglo, se hizo mundialmente famoso. Es esta narrativa únicamente japonesa y el glamour de una coctelería, lo que inspiró esta sofisticada serie Seiko Presage.
scrollLos aspectos más preciados de la cultura japonesa de cócteles incluyen el silencio, la atención al detalle y el profundo respeto por el cliente. En este sentido, el barman comparte mucho con la preciada ceremonia del té, donde se valora sobre todo omotenashi (hospitalidad) . En Japón, los bármanes no cogen simplemente un pedido; más bien, distinguen las preferencias de los clientes en función de las interacciones personales, tanto verbales como no verbales. A medida que pasa el tiempo, las bebidas se adaptan mejor a los gustos de cada cliente. En el Star Bar en Ginza, el dueño y jefe de los bármanes, Hisashi Kishi, perpetúa con entusiasmo la encantadora tradición del omotenashi. Kishi, el primer japonés en ganar el Campeonato Mundial de Cócteles de la Asociación Internacional de Bármanes, actúa como asesor de Seiko para la serie Presage con temática de cócteles.
Homenajeando a la elegancia del viejo mundo de las coctelerías, esta serie Seiko Presage irradia glamour y sofisticación. La esfera azul-hielo del modelo inspirado en el cóctel de “Skydiving” evoca la claridad atemporal de los cielos, y está disponible en dos versiones. Otro clásico cóctel, el “Manhattan”, llevó a la creación de un modelo urbano con una esfera marrón exquisitamente degradada. ¡Salud!