Seiko Presage nos brinda una artesanía consagrada y una estética exclusivamente japonesa. Acompáñenos en un viaje a Kanazawa, centro histórico del arte de lacado japonés conocido como urushi, para explorar la tierra, la cultura y la tradición que hay detrás de este reloj único.
Seiko Presage Craftsmanship Series
Urushi Dial
Una llamativa esfera lacada urushi hecha a mano por un destacado artesano que trabaja en estrecha colaboración con el equipo de ingeniería de Seiko es la pieza central de este reloj único. Uniendo el pasado con el presente - y las sensibilidades estéticas tradicionales con la innovación mecánica - es ideal para aquellos que buscan conectar con la belleza y el valor atemporal en nuestro mundo moderno que cambia tan rápidamente. Sumérjase en su profunda y reluciente esfera que se acentúa con sofisticados tonos dorados, mientras adorna su muñeca con una verdadera obra de arte japonesa.
Situada junto al Mar de Japón, a unos 500 km al noroeste de Tokio, Kanazawa es una de las ciudades históricas mejor conservadas del país, una meca cultural y artística desde los tiempos feudales, cuando los estetas señores del Dominio de Kaga acogían a los más hábiles artesanos de Kioto, Edo (antiguo nombre de Tokio) y otras regiones de Japón.
Su clima es especialmente propicio para el proceso de lacado -que requiere cierta humedad-, por lo que la artesanía conocida como urushi ha florecido aquí durante mucho tiempo. El lacado urushi de Kanazawa es conocido por sus pinturas maki-e, intrincados patrones de materiales preciosos aplicados a una base profundamente reluciente mediante técnicas magistralmente precisas.
Aún siglos después de la época cuando gobernaban los señores de la guerra, la artesanía consagrada y la pasión por la expresión artística siguen vivas en la propia ciudad, y en los corazones y las mentes de sus habitantes, que tratan de preservar, honrar y adaptar sus tradiciones en una época siempre cambiante.
Kanazawa es también el hogar de otras creaciones gastronómicas innovadoras, una de las cuales es el plato de fusión occidental-japonesa del arroz Hanton, que consiste en una sabrosa tortilla rellena de arroz y cubierta con un rebosado de pescado blanco, gambas gigantes o carne y aderezada con salsa de tomate y salsa tártara. Se pueden degustar numerosas variaciones en diversos establecimientos de la ciudad, cada una de las cuales da su propio giro a la receta original.
El río Saigawa, que atraviesa el corazón de la ciudad, y sus amplios paseos ofrecen un lugar de relajación y refresco tanto para los lugareños como para los turistas. Es un lugar popular para ver los cerezos en flor en primavera -o simplemente para hacer footing o pasear en cualquier época del año- y está atravesado por numerosos puentes que ofrecen impresionantes vistas de sus caudalosas aguas.
Criado en el taller de lacado de su abuelo y su padre, Isshu Tamura supo desde muy joven que quería seguir sus pasos, y se sintió atraído por Kanazawa, donde fue aprendiz de un maestro de maki-e.
Citando la venerable historia de la laca, así como su durabilidad - se han excavado en Japón reliquias de urushi que datan de hace 9.000 años - el Sr. Tamura ve su oficio con una perspectiva que va más allá de una sola vida.
"No considero que una pieza esté completa cuando he terminado de elaborarla", explica, "sino que eso marca el comienzo: una obra de verdadero valor sólo se pulirá más con el paso de los años".
Criado en el taller de lacado de su abuelo y su padre, Isshu Tamura supo desde muy joven que quería seguir sus pasos, y se sintió atraído por Kanazawa, donde fue aprendiz de un maestro de maki-e.
Citando la venerable historia de la laca, así como su durabilidad - se han excavado en Japón reliquias de urushi que datan de hace 9.000 años - el Sr. Tamura ve su oficio con una perspectiva que va más allá de una sola vida.
"No considero que una pieza esté completa cuando he terminado de elaborarla", explica, "sino que eso marca el comienzo: una obra de verdadero valor sólo se pulirá más con el paso de los años".
Criado en el taller de lacado de su abuelo y su padre, Isshu Tamura supo desde muy joven que quería seguir sus pasos, y se sintió atraído por Kanazawa, donde fue aprendiz de un maestro de maki-e.
Citando la venerable historia de la laca, así como su durabilidad - se han excavado en Japón reliquias de urushi que datan de hace 9.000 años - el Sr. Tamura ve su oficio con una perspectiva que va más allá de una sola vida.
"No considero que una pieza esté completa cuando he terminado de elaborarla", explica, "sino que eso marca el comienzo: una obra de verdadero valor sólo se pulirá más con el paso de los años".
En este sentido, a pesar de ser una tradición antigua, el lacado urushi es quizás el más adecuado para satisfacer las necesidades de la era moderna. "Para mí, el urushi es un medio por el que podemos transmitir a la posteridad lo que es verdaderamente importante para nosotros", continúa el Sr. Tamura. "Es importante que esta tradición no se corte, sino que sirva para conectar a las generaciones pasadas, presentes y futuras".
Aunque no es una tarea fácil fabricar una esfera con especificaciones muy precisas, a nivel micrométrico, mediante métodos tradicionales, el maestro acepta el reto. "No empiezo por considerar lo que se acepta como posible, sino lo que queremos conseguir, y cómo lograrlo".
El Sr. Tamura y Seiko han creado realmente una obra de arte que honra el pasado, se ajusta a las necesidades únicas del presente y está destinada a ser valorada durante mucho tiempo en el futuro.
En este sentido, a pesar de ser una tradición antigua, el lacado urushi es quizás el más adecuado para satisfacer las necesidades de la era moderna. "Para mí, el urushi es un medio por el que podemos transmitir a la posteridad lo que es verdaderamente importante para nosotros", continúa el Sr. Tamura. "Es importante que esta tradición no se corte, sino que sirva para conectar a las generaciones pasadas, presentes y futuras".
Aunque no es una tarea fácil fabricar una esfera con especificaciones muy precisas, a nivel micrométrico, mediante métodos tradicionales, el maestro acepta el reto. "No empiezo por considerar lo que se acepta como posible, sino lo que queremos conseguir, y cómo lograrlo".
El Sr. Tamura y Seiko han creado realmente una obra de arte que honra el pasado, se ajusta a las necesidades únicas del presente y está destinada a ser valorada durante mucho tiempo en el futuro.
Como cada pieza de arte urushi requiere sus propios movimientos y operaciones manuales de precisión, el Sr. Tamura fabrica sus pinceles e instrumentos originales con múltiples variedades de bambú cosechado en las montañas para asegurarse de tener siempre la herramienta ideal para cada tarea.
El Sr. Tamura explica que las pequeñas imperfecciones o manchas que pueden surgir de la tensión o el malestar durante el proceso de elaboración a menudo no se manifiestan hasta el final del proceso, lo que obliga al maestro a empezar de nuevo.
La nueva edición limitada Presage Urushi Dial causa una impresión inmediata con una esfera de un profundo tono verde que evoca el musgo que adorna el paisaje de Kanazawa en verano. Esta variación de color -que requiere aún más precisión para conseguirla- es realmente la encarnación del ingenio, la pasión y la artesanía del maestro.
¿Le ha gustado nuestro viaje para explorar la rica historia y el legado artístico de Kanazawa, y cómo influyó en la creación de la esfera del Seiko Presage Urushi Dial? Esperamos que le haya inspirado y le haya dado una nueva visión de este reloj único. Nuestra búsqueda de las raíces estéticas del Seiko Presage continúa, y esperamos que se una a nosotros una vez más.